Hola de nuevo ucieros!
este día de la enfermería es un tanto especial… coinciden oposiciones en muchos lugares de España, los últimos coletazos de los estudiantes de cuarto para alcanzar la preciada graduación, y la finalización de las prácticas en los Centros Sanitarios de estos futuros compañeros.
Con todos esos ingredientes, me conmovió la foto que subió en un tuit Tamara Velasco en pleno estudio para la OPE, con su pequeña en brazos, como respuesta a Pablo Sánchez…
Es increíble la fuerza de las compañeras que con cargas familiares han preparado la OPE, o que cursan la carrera trabajando o cuidando de familiares. No son héroes (no les gusta que les llamen así) pero yo las considero personas extraordinarias.

Es también el caso de Myriam, estudiante de cuarto, a la que invité a escribir su experiencia en el blog… un día pasó al otro lado… qué difícil estar sereno cuando la vida deshilacha tu presente y deja temblando tus planes de futuro.
Nos comparte unas letras llenas de emociones desde el sillón de un hospital. Desde ese otro lado por el que antes o después todos pasaremos.
Gracias Miryam.
Hace unos meses, recibí ilusionada la propuesta para escribir en este blog, la temática: una visión diferente de lo que significa ser estudiante de 4 de enfermería cuando tienes que compatibilizarlo con un trabajo como cocinera que te roba más horas de las que te gustaría.Fui posponiendo la entrega porque mi madre empeoró en su estado de salud y a las clases, y el trabajo se le sumó el tener que cuidar de ella esporádicamente y hacerme cargo de las tareas de su casa.
Y hoy, después de tres semanas con ella ingresada en el hospital paso a contar cómo te sientes cuando eres tú quien duerme cada noche en el sillón de acompañante y ves pasar enfermer@ tras enfermer@ por su cama.
A la semana de conocer la noticia, ( carcinoma hepatocelular, trombosis en vena porta y metástasis en D7) decidí dejar el trabajo, aparcar las prácticas y poner mi vida en stand by durante el tiempo que me han dicho que va a durar todo este proceso… me repiten que el tiempo es relativo pero que aproximadamente no será mas de 3 meses.
Y te das cuenta y entiendes a todos y cada uno de esos familiares que te han rebatido, o cuestionado cuando administrabas un tratamiento y pensabas que por qué no se fian de tu trabajo o de tu aprendizaje…te das cuenta de como se agradece una sonrisa o un apretón de manos…te das cuenta de la frialdad de algunos profesionales y la poca empatía de algunas personas.
Pasas a valorar la vida por cada dia pasado, esperando solo que el siguiente sea un poco mejor o al menos un poco menos malo, si antes me quejaba de cansancio despues de horas de pie trabajando y en el hospital; ahora me quejo porque me llevo a veces 20 horas sentada en ese sillón… mirándola asustada de pronto porque he dejado de escuchar su respiración en mitad de la noche, o porque le duele algo y me siento impotente de no poder hacer más que ayudar al personal a cambiarle los goteros o darle la medicación.
En mi anterior escrito iba a hablar de tantas cosas que ya no me importan, antes sentía envidia porque mis compañeros llegaba un viernes y se iban de fiesta, o no tenían mas preocupaciones que los exámenes, ahora me da envidia bajar a comprarle un café y verlos de uniforme continuando sus prácticas y su vida… mientras que la mía y la de mi madre están en un paréntesis.
Con todo esto solo quiero deciros una cosa, que valoréis lo frágil que es la vida…y más nosotros que vamos a estar mirando a la muerte continuamente. No sabes lo duro que es estar en una habitación de hospital hasta que te toca pasarlo a ti… y ahí entonces es cuando valoras mucho mas esta profesión tan maravillosa; de todo esto saco en claro que si ya sabia que quería ser una enfermera con humanidad y empatía ahora lo sé mucho mas.Una sonrisa cura más que una pastilla.
No os dejéis hundir por un examen, una asignatura o un problemilla por gordo que os parezca, decidle a los vuestros lo mucho que los queréis y disfrutad de las cosas sencillas que al final todo se resume a eso.
Yo tardaré un curso más en acabar mi carrera, pero podré decir con orgullo que fui la mejor enfermera para mi madre, y eso es lo que me quedo.
Mi admiración por todas vosotras, esas otras enfermeras (o tal vez la mayoría de nosotras) que superan dificultades y siguen adelante con una sonrisa.
Por eso ayer cité a Pérez Reverte: los 15 metros que diferencian a unas personas de otras.
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Fotografies, Ariadna Creus i Àngel García, Banc d’Imatges Infermeres.
Para Myriam y todas esas “otras enfermeras” que luchamos por conseguir un sueño, que cuesta realidad más de lo normal, más que a los demás.
Debemos tener siempre presente que el camino será largo, pero al final de él, tendremos nuestro sueño hecho REALIDAD 🍀
Gracias por tu comentario amiga!!!! Besazo enorme!!
Muchisimas gracias, el terminar la carrera para mi ahora mismo es algo secundario, lo primero es ella… ya tendre tiempo. E igual que yo hay miles de personas con su circunstancia, y todos somos igual de válidos. Lo importante es disfrutar de nuestro futuro trabajo, y vivirlo de una manera sincera…