Hola de nuevo ucieros!
Hace unos días compartía en Twitter e Instagram una imagen de una compañera perfusionista Inmaculada Jimenez en su puesto de trabajo, que despertaba la admiración de toda la profesión, y también de las personas que tal vez pensaban que las enfermeras eran incapaces de manejar semejante complejidad de tubuladuras para dar soporte a la vida del paciente.
Ayer, de nuevo, nos topamos con la cruda realidad, lejos de romanticismos y vocaciones.
Otra compañera se hacía eco del despido después de varios años trabajados encadenando contratos, hastiada de ser sólo un número y sin que la Administración tenga en cuenta ni su formación, ni su experiencia, ni nada que tenga que ver con la calidad de los servicios de cuidados enfermeros y con la seguridad del paciente.
Escribió una carta abierta a paciente y familias, que no puede ser más acertada.
Os la comparto aquí, en el original de IG, y transcrita para quien no tenga esta red social.
«Perdón, porque mañana no podré darte los cuidados de calidad que mereces. No podré dar lo mejor de mi, ni queriendo. Llevo años en mi servicio aprendiendo las mejores técnicas para salvarte y las mejores condiciones para que estés cómodo. Llevo años en mi servicio secando las lágrimas de tus familiares e impulsándote a ti para que no les hagas llorar más.
Y hoy, como cada febrero en el SCS, me despido. Quizás por unos días, como pasa siempre. Pero quería pedirte perdón a ti personalmente, en esta carta desesperada, porque después de años trabajados con distintos contratos mensuales, hoy, a día 31 de enero de 2023, seis generaciones de enfermeros, que estábamos contratados, mañana estaremos en la calle.
Es inexplicable como hoy nos necesitaban, y mañana sobramos.
Así que perdona, mañana todos nosotros no podremos atenderte aunque el hospital sea del mismo tamaño y tú sigas en esa misma cama.
Aunque no todo son malas noticias, un compañero me acaba de llamar para decirme que le han dado un contrato. Un contrato de 3 días. Y no en el servicio donde ha trabajado durante años. No nos podemos quejar, ¿verdad? Quizás a mi me llamen mañana para cuidarte unas horas…
El SCS ha dejado a varias generaciones de enfermeros sin contrato, a expensas de conseguir alguno diario y encima con cambios de servicio de personal formado durante años en ellos.
Incomprensible como un hospital funcione de un día para otro con la falta de tantos enfermeros y con los pocos que tienes, descontentos.»
Poco o nada se está haciendo en las administraciones para retener a las enfermeras, y cada vez son más las que optan por buscar un futuro profesional más estable en una Europa que las recibe con los brazos (y contratos indefinidos) abiertos. También es cierto que no es oro todo lo que reluce, y en UK, por ejemplo, hay una huelga de las Enfermeras para lograr mejoras laborales, aunque allí los ratios, sueldos, estabilidad, progresión profesional o acompañamiento al inicio de un contrato son ciertamente envidiables.
Queridos pacientes y familias: os pedimos perdón por no poder atenderos como quisiéramos, a veces porque no somos suficientes, a veces porque ni siquiera nos dejan. Como a Aida.
elenfermerodelpendiente 