Hola de nuevo ucieros!!!
hace algún tiempo apareció en redes el movimiento #MeToo. Se centraba en hacer visible los constantes ataques sexistas que en el ámbito laboral, y se inició como movimiento de protesta:
Me Too» (o «#MeToo», en español: «Yo también», con alternativas locales en otros idiomas) es el nombre de un movimiento iniciado de forma viral como hashtag en las redes sociales en octubre de 2017 para denunciar la agresión sexual y el acoso sexual, a raíz de las acusaciones de abuso sexual contra el productor de cine y ejecutivo estadounidense Harvey Weinstein. La frase, utilizada durante mucho tiempo en este sentido por la activista social Tarana Burke, fue popularizada por la actriz Alyssa Milano, quién animó a las mujeres a tuitear sus experiencias para demostrar la naturaleza extendida del comportamiento misógino. Desde entonces, el hashtag ha sido utilizado por más de 500 000 personas, entre ellas muchas celebridades.
(De Wikipedia)
Recientemente ha aparecido en Redes el hastag #MeTooFisio que hace visibles los abusos y conductas sexistas a las que están sometidas (y sometidos, pero principalmente ellas) las fisioterapeutas en su práctica diaria, con un alto porcentaje de experiencias en consultas privadas, donde los pacientes se propasan, insinúan, adquieren conductas sexuales y un sinfín de actitudes de acoso sexual.
Absolutamente tremendo lo que puedes leer en Twitter con el HT #MeTooFisio, de cuya campaña de denuncia se hizo eco esta semana varios medios de comunicación:
#MeTooFisio en El blog del Fisioterapeuta
#MeTooFisio en Onda Cero (habla Berta, su creadora)
En esta última entrevista a Berta (el audio lo puedes escuchar completo en el enlace anterior), se hablaba de la hipersexualizacion de la profesión de fisioterapia.
Y no le falta razón seguramente, a tenor de lo leído en Twitter bajo este Hastag.
¿Y Enfermería?
Con más de un 80% de mujeres ejerciendo la profesión y un papel que siempre se ha asociado a ayudante del médico (tradicionalmente varón pese a la inversión que está sufriendo estos últimos años en las facultades) teníamos que contar nuestra historia.
Nace el HT #MeTooNurse, hermano de #MeTooFisio, aunque esta vez por Instagram, buscando el anonimato de las enfermeras y enfermeros que quisieran compartir su experiencia en las Stories destacadas bajo el nombre #MeTooNurse en mi perfil (@el_enfermero_del_pendiente)
Y ahí comienzan a llegar experiencias a cuál más increíble. Acoso, tocamientos, frases de contenido sexual, masturbaciones… Increíble lo leído bajo este HT.
Aquí os dejo una parte de esas experiencias, tal y como está en mi perfil de IG (anónimas y comentadas):
(Nota: os pido disculpas por el lenguaje que empleo al comentarlas, pero en algunas de ellas es imposible retenerse, espero que seáis comprensivos…)
Vuelvo a pedir disculpas por algunas palabras empleadas en los comentarios, pero creo que era importante reflejar mis sentimientos a esa situación.
Estudiantes a quienes tocan los genitales, acoso mayoritariamente de médicos, proposición de trabajo a cambio de sexo… es sólo una muestra de las (y los) valientes que han querido mandarme su experiencia. Gracias por hacerlo visible.
Recurrente es la presencia de estas situaciones en Quirófano de los testimonios que he recogido. Raquel Franco nos explica brillantemente cuál puede ser el motivo en este lugar concreto en este post: Violencia de género en quirófano.
Raquel reflexiona en el post de este modo, acerca de la peligrosa normalización de determinadas conductas:
Y ¿por qué damos tod@s por normalizado que se hagan comentarios con tono de voz elevado y en forma irrespetuosa en más ocasiones de las que podríamos imaginar, dentro de un quirófano?.
¿Llegamos a hacer normal que un cirujano grite, tire el instrumental al suelo cuando no le es útil o culpabilice a otros de qué es lo que le esté pasando por su falta de gestión emocional?.
Quizás se viven relaciones en las que existe un perfil maltratador y otro sumiso más frecuentes de lo que pensamos en contexto quirúrgico. Y quizás es que se siguen silenciando. Se continúan haciendo ver que no pasa nada y así se siguen perpetuando.
Quiero compartir también estos consejos de Encarna Abril ( TW @enabrilabril) que se trasladan a los fisioterapeutas en practicas a raíz de #MeTooFisio, válidos para nuestros estudiantes (que están en el objetivo del acosador probablemente por su inmadurez e inseguridad) Los tutores de prácticas tenemos una enorme responsabilidad al respecto.
En una encuesta informal realizada ayer en Instagram, con cerca de 1000 respuestas, el 65% de las enfermeras, estudiantes o profesionales sanitarios que respondieron se sintieron en algún momento acosados.
PARTICIPA EN ESTA ENCUESTA SOBRE ACOSO AHORA (ES UN MINUTO)
Y esto nos leva a reflexionar qué se entiende por acoso… porque, como hemos visto en algunos mensajes, algunas situaciones parecen normalizadas…
Este artículo de Beth Strickland (Enfermera y abogada Norteamericana) en Nurse Guidance publicado en enero de este año aquí, puede darnos luz en el problema y sus soluciones.
Qué se considera acoso:
Según el EEOC (citado por Beth en el artículo), el acoso sexual incluye:
Contar chistes o anécdotas sexuales, con términos de confianza («bombón», «cariño», etc.)
Correos electrónicos no deseados o llamadas inadecuadas, con comentarios y contenidos personales.
Amenazas, bloquear el paso a una persona, seguirla, acorralar a alguien en una habitación, exposición sexual como roces y caricias.
Mirar con lascivia partes del cuerpo, «desnudar con los ojos», «Silbidos y gruñidos» y otros comportamientos sexualmente sugestivos u ofensivos
Tocar inapropiadamente, incluyendo palmaditas, bofetadas, pellizcar, frotar, restregarse contra otra persona, o cualquier otro contacto explicito.
Hacer gestos sexuales inapropiados
Hacer preguntas sexuales, tales como la orientación sexual o la historia sexual de alguien
Hacer comentarios ofensivos sobre el sexo de alguien, la orientación sexual o la identidad de género
Hacer comentarios sexuales sobre partes del cuerpo, ropa o apariencia
Mostrar imágenes o materiales sexualmente sugestivos en el área de trabajo.
Porque efectivamente muchas de estas situaciones nos producen incomodidad, pero no sabemos identificarlas correctamente. Así se explica en este artículo de EP firmado por la Psicóloga de la Federación de Mujeres Progresistas Yolanda Mateo
Al final «se trata de delitos que dañan un aspecto muy íntimo de la persona» y que dejan secuelas de todo tipo, especialmente sobre la seguridad en uno mismo y la confianza en los demás.
Identificar el acoso
En el caso del acoso sexual en el ámbito laboral, la psicóloga llama la atención sobre el hecho de que «muchas mujeres que son violentadas sexualmente no saben que lo son». «Están incómodas y se sienten mal pero no acaban de percibir que eso sea una violencia o un delito. Cuesta mucho identificarlo, ponerle nombre y sobre todo, saber dónde está la línea, porque está tan normalizado este tipo de conductas, como los comentarios inapropiados yendo por la calle, que es difícil ver que no es lo normal y que no eres tú quien se equivoca», explica.
¿Qué puede hacerse?
Importantes estas recomendaciones:
Todas las enfermeras deben conocer la definición de acoso sexual y políticas y procedimientos de organización. Aprenda todo lo que pueda sobre el acoso, particularmente algunas maneras efectivas de hablar con firmeza cuando se enfrenta a comportamientos acosadores.
Hable cuando vea o escuche un comportamiento inapropiado. Por lo general es mejor hablar con la persona en privado, pero un simple «PARA» o «NO» puede indicar a la persona que reconsidere su comportamiento.
Documente el comportamiento inapropiado por escrito tan pronto como sea posible después de un suceso, incluso si usted no es el afectado directo. No ignore ni minimice el comportamiento inapropiado. Nuestro trabajo es demasiado importante para tolerar conductas poco profesionales.
Si un paciente, un miembro de la familia o un visitante hace comentarios sexuales o muestra un comportamiento inapropiado, indíqueselo. Sea cortés, profesional pero firme: «su comportamiento podría ser visto como acoso sexual. Por favor, pare». Documente el incidente, reporte el comportamiento al inmediato superior, notifique al médico del paciente, pida ayuda a compañeros o al servicio de seguridad según sea necesario, y esté acompañado por otro profesional cuando tenga que interactuar con esa persona.
Si usted es un directivo, tome en serio cada reporte de conducta sexual, incluyendo reportes de empleados «problemáticos». Como los tribunales han establecido, «incluso un mal empleado tiene derecho a un ambiente libre de acoso sexual.»
Investigue cuidadosamente y completamente, documente a fondo, intervenga puntualmente, eduque, y motive a cada uno a comportarse apropiadamente y respetuosamente.No importa donde trabaje usted, recuerde que el acoso sexual no es parte inherente de su trabajo. Los empleadores, siempre que estén informados sobre el mal comportamiento, tienen el deber de investigar y resolver.
No pueden arreglar lo que no saben.
Y esta es la clave, creo yo…
Por un lado los pacientes que se creen en su derecho de acosar a las profesionales de enfermería porque saben con certeza que nada ocurrirá.
Reflexión: ¿puede negarse el tratamiento a un paciente, el ingreso en un Centro o la asistencia a un paciente si muestra conductas claramente sexuales o acosadoras con los profesionales que lo asisten, incluido los centros privados? yo creo que debería valorarse.
Por otro, cuando el acoso es de otro profesional en el ámbito público (también en el privado con las dificultades ya conocidas), con independencia de la categoría profesional, parece muy clara la solución y el modo de articularla, con la lógica necesidad probatoria del hecho.
Recoge el articulo 72.2.P del Estatuto Marco de los Sistemas de Salud como falta muy grave el acoso sexual, cuando suponga coacción o chantaje, con las siguientes sanciones:
1. Las faltas serán corregidas con las siguientes sanciones:
a) Separación del servicio. Esta sanción comportará la pérdida de la condición de personal estatutario y sólo se impondrá por la comisión de faltas muy graves.
Durante los seis años siguientes a su ejecución, el interesado no podrá concurrir a las pruebas de selección para la obtención de la condición de personal estatutario fijo, ni prestar servicios como personal estatuario temporal.
Asimismo, durante dicho período, no podrá prestar servicios en ninguna Administración pública ni en los organismos públicos o en las entidades de derecho público dependientes o vinculadas a ellas ni en las entidades públicas sujetas a derecho privado y fundaciones sanitarias.
b) Traslado forzoso con cambio de localidad, sin derecho a indemnización y con prohibición temporal de participar en procedimientos de movilidad para reincorporarse a la localidad de procedencia hasta un máximo de cuatro años. Esta sanción sólo podrá imponerse como consecuencia de faltas muy graves.
c) Suspensión de funciones. Cuando esta sanción se imponga por faltas muy graves, no podrá superar los seis años ni será inferior a los dos años. Si se impusiera por faltas graves, no superará los dos años. Si la suspensión no supera los seis meses, el interesado no perderá su destino.
También en el siguiente artículo, se establece como falta grave (Art. 72.3.e) » El acoso sexual, cuando el sujeto activo del acoso cree con su conducta un entorno laboral intimidatorio, hostil o humillante para la persona que es objeto del mismo.»
No sé si para ti, lector de este post, los episodios que has leído anteriormente te parecen, como a mí, merecedores de ser catalogados como graves o muy graves. Realmente creo que lo son.
Quiero, por último, hacer tres llamamientos.
En primer lugar a los enfermeros y enfermeras de este país. Somos 300.000, en su mayoría mujeres. Si no nos hacemos oír con temas como #MeTooNurse , es que tenemos una afonía crónica incomprensible.
En segundo lugar a las asociaciones de pacientes. Es cierto que el paciente está en el centro, empoderado en su patología y tratamiento, y cada vez más, pero también debe hablarse en esos importantes foros del respeto al profesional que presta cuidados, donde cada vez da la sensación que infravaloramos más.
Y por último, a las Administraciones, Sindicatos y Colegios Profesionales. Si esto está sucediendo, es por vuestra tolerancia hacia estas situaciones, pese a un millón de planes de igualdad que son papel mojado a la vista de lo que he leído estos días. Sois los últimos responsables (y por tanto también los primeros, junto con el acosador) de que esto siga sucediendo. Nos acosan. Ahora ya lo sabéis porque tanto las fisioterapeutas como las enfermeras os lo hemos contado.
Poned remedio.
Y ponedlo YA.
Excelente y muy oportuna entrada querido Isidro.
Este mes precisamente he escrito para el fanzine sobre el tema del acoso en general… me parece algo que efectivamente se tiende a normalizar, porque no siempre es tan evidente, ni el acoso sexual en concreto ni el acoso laboral en general.
Gracias por darle caña al tema. Un abrazo.
Gracias Anton!!!!
Ojalá cambiemos el paradigma que está tan asentado. Al final del post lanzo el guante a organizaciones que tienen responsabilidad en la solución de este problema.
Deseando leer el Fanzine de este mes. Será espectacular como los anteriores… 😉
Abrazo rande maestro.
isidro
[…] millonario en Google, de iniciativas como la de #MeToo y otras tantas que están sacando a la luz incómodas realidades que hasta ahora permanecían casi […]
Fantástica recopilación Isidro, hay que poner freno a esto. Hay que concienciar y ayudar a quienes lo necesiten para denunciar estas situaciones !! Gracias por todo esto compañero 🤗
[…] pacientes y compañeros de profesión. El enfermero Isidro Manrique (@uciero en Twitter) fue el precursor de este hashtag de denuncia como el de las fisios. A través de Instagram este profesional sanitario compartió […]